Una selección de las series que más me interesaron en 2017
HOMELAND
Mantiene la esencia argumental y dramática desde su origen. Un ejemplo de tensión narrativa sin artificios. Como siempre, las referencias a la realidad internacional de la guerra y el terrorismo en la actualidad, la conspiración como hilo conductor dentro y fuera del Departamento de Inteligencia. Intensidad y profundización en la caracteriología de los personajes. Después de la trama inaugural de Brody, Carrie y la imposible compatibilidad de madre y heroína, el gran Saul Berenson sometido a una permanente tiranía entre el ser y el deber, entre lealtad y verdad, y la penosa e injusta desaparición final de Peter. Quedamos a la espera de la próxima nueva temporada.
HOUSE OF CARDS
La lenta ascensión de Claire al trono de manipuladora principal tiene en esta temporada su recompensa y glorificación. Toda su campaña está marcada por un movimiento inversamente proporcional a la caída en desgracia (toda una premonición del mundo real del actor) de Frank.
Probablemente, la serie más lograda como estilo de puesta en escena, una de las más bellas fábulas sobre la inmoralidad de la alta política, con una delicada estética de los escenarios de la Casa Blanca. Complejas tramas escritas sobre las intrigas de un maquiavelismo refinado, la maldad intrínseca del poder tan bien representada por sus dos personajes principales. Después del escándalo de Kevin Spacey, la serie no será la misma sin el personaje de Frank Underwood.
THE GOOD FIGHT
Secuela de The Good Wife. Un master de sobrevivencia profesional de una abogada después de la pérdida de reputación y la ruina económica. Un mérito no menor de esta serie es la centralidad de una mujer madura, el rescate del protagonismo de Diane Lockhart, que ella misma y sus enemigos la daban por jubilada. Un despliegue de sabiduría profesional de la abogada Lucca Quinn, que contrasta con Maia Rindell, una apuesta que enreda la trama, a ratos repetitiva, confusa y que más bien distrae de lo importante: el juego de estrategias, poder y dinero, y una oportunista defensa de la igualdad de raza en el despacho de abogados comandado por un histriónico Adrian Boseman.
TWIN PEAKS. THE RETURN
Continuación de la serie homónima de 1990. En el intervalo de esos 17 años Mark Frost y David Lynch los guionistas y directores de ambas temporadas han hecho películas y una novela gráfica en DVD. Si me permiten, la mejor ayuda para comprender la serie es el documental de la vida de Lynch y su obsesión por la pintura y las artes plásticas (David Lynch’s Real Life (2016), de Jon Nguyen, Rick Barnes) y sus obsesiones morfológicas – similares a las de otro poeta de la imagen, Peter Greenaway. Personalmente, la mejor fórmula para disfrutar de Twin Peaks es verla de madrugada, con un buena copa de Merlot, en las horas en que la frontera entre la vigilia y el sueño te transportan fácilmente al inconsciente.
THE AMERICANS
La inhumana y cruel vocación de servicio de unos padres de familia al Estado soviético en un país enemigo. Son asesinos, carentes de todo remordimiento y expertos en la manipulación de amantes útiles para su labor de espionaje. La frialdad de sus vidas sentimentales se entremezclan con la ingenuidad de su entorno, hijos, vecinos, amigos, el cura de la parroquia. Pero las antiguas convicciones de Phillip, el marido, flaquean ante el sufrimiento moral de sus víctimas y muestra una disimulada atracción por el american way of life. Elisabeth tardará un poco más en dudar. Ella tiene por misión y objetivo sostener intacta la fidelidad de la familia a la causa contra los enemigos de la Unión Soviética (y de la KGB).
GLOW
Una serie de mujeres sin fashion ni maquillaje, fuera de los exteriores hollywoodiense habituales de Los Angeles. La trama de un grupo de luchadoras que se preparan para un reality bastante cutre, tiene sus mejores momentos fuera del ring, en la lucha diaria de mujeres pobres, desempleadas, solas. A pesar de todo, aspiran a ser actrices y esperan algún golpe de suerte. Una comedia de actrices (y productores) perdedores, donde todo puede ir a peor en medio de una comicidad involuntaria. De la misma productora, Kenji Kohan, de Orange is the New Black, la serie es una revisitación de un programa emitido en 1980. Lo mejor, las escenas del casting organizado para la selección del reality de luchadoras.
BETTER CALL SAUL
Aunque la serie ha perdido el fuelle y agilidad interpretativa de la temporada anterior, el mentiroso, chapuzas, confuso existencial e inescrupuloso abogado de sórdido pasado, Jimmy McGill, no piensa tirar la toalla. Es el peor héroe en tiempos de crisis. siempre al borde de un posible caso poco recomendable para que esta vez lo saque del hambre (como el que padeció el mismo actor y escritor Bob Odenkirk que lo encarna, antes de que el éxito se le apareciera bajo la forma de Saul en Breaking Bad). La simpatía de Jimmy puede que no lo salve de todos los embrollos, pero no cuesta imaginarse el ruido tumultuoso proveniente del interior de este hombre, solo pacificado y auxiliado pacientemente por Kim, la bella, brillante, incansable y paciente compañera de Jymmy. Dotado de un carisma especial entre las ancianas, este deshonesto abogado dependerá siempre de la aprobación de su hermano, un mal asunto para Jimmy. Sin embargo, cuenta con la amistad desinteresada del poderoso anciano Howar Hamlin, policía jubilado, portero de aparcamiento y terror de los delincuentes, aunque dulce y sensible padre y abuelo. Dotado de un gran vigor y entusiasmo poco expresivo, el sólido Howar es el contrapunto perfecto de Gus Fring, el cruel capo de la droga y dueño del restorante Los Pollos Hermanos.
GIRLS
La mejor comedia generacional de jóvenes blancas y millenials. Con cinco temporadas y 62 episodios cumplidos, la serie fue creada, producida, escrita, protagonizada y en ocasiones dirigida por Lena Dunham. Las tramas, siempre centradas en la vida real de Lena (Hanna Horvat en la ficción) es todo un género de biografía y autoficción, con una narradora fiable y consecuente hasta lo más doloroso. Algunos episodios conservan a ratos una cierta atmósfera de reality femenino. La serie no descuida controversias morales y tomas de posición polémicas. Entre ellas, la falta de pluralidad étnica de sus protagonistas en una ciudad como N. York, la reivindicación del sexo como forma de poder, la defensa del desnudo y las escenas de sexo explícitas como parte del naturalismo de la comedia. Como paratextos a tener en cuenta, la publicación de algunas entrevistas fuera de la ficción que condimentaban con cierto morbo algunas revelaciones del pasado de Lena, así como el interés periodístico por analizar los aspectos más chocantes de la moral neoyorkina representada por este grupo de mujeres “normales”.
OZARK

Ozark
Un thriller magníficamente fotografiado y una banda sonora de lujo. Inútil criticar esta serie porque no sea un thriller como los clásicos. Y es que ya no estamos en los años 40. Inútil criticarla tampoco porque no se parece a Breaking Bad. ¿Pero por qué maldita regla debería parecerse o compararse con esa serie o con Fargo, o Bloodine o con lo que fuera?
Ozark, nombre de un idílico lago de vacaciones (en el estado de Misuri), todo menos un lugar de descanso y relax. Allí llega una familia asediada y amenazada de muerte a causa de un negocio turbio de Marty (Jason Bateman) broker y cabeza de familia, protagonista de la serie (y director de los dos primeros y dos últimos episodios de la serie). Algo saldrá irremediablemente mal en un negocio con el capo del narcotráfico y provocará una rocambolesca huida de Marty arrastrando consigo a su mujer Wendy (Laura Linney) y a ambos hijos, Jason, un menor y la muy inconformista adolescente Charlotte. La situación de Marty va empeorando cada vez más alrededor del porco denaro que debe conseguir para que no les maten. La serie mantiene la tensión y la sensación de peligro inminente, no hay paz para ningún miembro de la familia. No hay secuencias gratuitas, todas avanzan inexorablemente hacia el desastre familiar. El sistema nervioso del espectador no descansa, incluso cuando Marty organiza la grotesca rapiña de la caja fuerte de su propio night club. Desde la llegada de la familia a Ozark, la figura inquietante de la malvada y jovencísima Ruth (19 años en la ficción, 23 en el DNI de Julia Gamer, la actriz) aliada imprevisible, capaz de complicidad y traición al mismo tiempo, proyecta un mix de emociones, mezcla de miedo, ternura y finalmente también de admiración. También la hemos visto en un capítulo de The Americans como otro tanto conflictiva adolescente Kimberley Breland, de 15 años, hija de un director de la CIA, a la que Phillipe, el espía ruso, debe seducir en una operación de sabotaje.
Las cuatro series siguientes tienen una característica común, el narrador o narradora no fiable. Un narrador fiable es alguien que habla de acuerdo a las normas del autor implicado. Un narrador no fiable es un narrador cuyos valores son contradictorios con los del autor implicado. Algunos tipos de no fiabilidad: dar información errónea, interpretación distorsionada, lectura errónea, falta de notificación, lectura deficiente (Vilches (2007).
FARGO
«Por respeto a los vivos se han cambiado los nombres de los protagonistas; por respeto a los muertos se ha contado todo tal y como ocurrió». Un prólogo que adelanta la ambigüedad y la ironía que tiñe toda la serie. «No estamos aquí para contar historias, estamos aquí para decir la verdad», dice el policía que interroga a un sospechoso.
La ironía de los Cohen, sus productores, está en el centro del anclaje de los personajes: Una mujer policía que carece de un buen puñado de requisitos para desempeñar su función, el mayor bellaco y asesino infiltrado en la vida de los protagonistas es un moralista tan falso como su dentadura: V.M. Varga, un sucio y maleducado personaje es el villano perfecto aunque dotado de una cultura refinada y una inteligencia muy por encima del resto. Crítico del capitalismo, afectado por una permanente bulimia, su verborrea constante no hace más que subrayar la atmósfera de inestabilidad permanente en la que se encuentran todos los personajes. Como un ángel vengador, su sola presencia dotada de un magnetismo demoníaco, preanuncia que lo peor está por suceder. Una visión sobre la fragilidad de la vida de culpables e inocentes.
ALIAS GRACE
Adaptación de El cuento de la criada de Margaret Atwood. La narración en primera persona de una mujer condenada a cadena perpetua por un doble asesinato. Una miniserie de cinco horas protagonizada por una sirvienta ignorante proveniente de una familia miserable inmigrante de Irlanda y forzada a servir siendo niña. Situada la cámara en el punto de vista del psiquiatra – el doctor Jordan – que desea averiguar si es o no inocente de los crímenes de los que se le acusa, Grace va contando paso a paso su vida de sirviente maltratada y acosada sexualmente. Cada episodio es una confesión de los miedos y fantasías que van tornándose en misterios y secretos, entre sentimientos de odio y de resignación. Como espectadores asistimos gradualmente a una aparente contradicción entre la narración verbal de Grace y las imágenes de su pasado. El psiquiatra irá irremediablemente enamorándose de Grace, su identificación con la narradora irá en aumento en forma inversamente proporcional a la fiablidad de su relato. El espectador, como el psiquiatra desea creer en la inocencia de Grace en contra de las evidencias y contradicciones insinuadas por la misma narradora. Según la teoría narrativa uno de los estados del narrador no fiable es la locura, pero en la serie es la narradora quien termina por volver loco a su interlocutor, el psiquiatra.
BABYLONE, BERLIN
Una serie negra, con la mítica Berlín de películas y series localizadas en esta ciudad de guerras y postguerras. Algunas magníficas secuencias de la serie recuerdan a otras de desenfreno y lujo de Cabaret. También Berlin Alexanderplatz, una serie de culto con sus calles oscuras y salones con mujeres fatales y funcionarios inquietantes. En Babylone/ Berlín, los hoteles, prostíbulos y cuarteles están habitados por desquiciados y asesinos que preanuncian la era del nazismo. También viene a la memoria La nueva Babilonia («Novyi Babilon», URSS, (1929) dirigida por Grigori M. Kozintsev y Leonid Trauberg, situada durante la guerra franco alemana de 1870). En Babylone / Berlín, nos hallamos en 1929, en plena postguerra y la revolución rusa está bajo el mando de Stalin quien colabora con Alemania en plena estrategia de rearme.
Gereon Rath, ex combatiente de la Gran Guerra se traslada de Colonia a Berlín, capital de la República de Weimer, aparentemente para hacerse cargo de la oficina de buenas costumbres. Pero su objetivo es más ambicioso y oscuro, una mezcla de intereses familiares y políticos, en un ambiente de espionaje, pornografía, prostitución, bacanales y conspiraciones.
Gereon Rath, es también otro caso de narrador no fiable. Como protagonista lleva el hilo conductor de toda la serie. Toda su actividad se dirige a desvelar a los conspiradores y aliados de los rusos, lo mismo que a enfrentarse a Bruno, el jefe del departamento de policía, uno de los conspiradores y asesino de todo aquél que se interponga en su labor por el advenimiento del nazismo. Gereon Rath padece los traumas físicos de la guerra pero sobre todo le tortura la idea de no haber podido o sabido salvar a su hermano de los enemigos. Esta historia vuelve en forma obsesiva en sus recuerdos y pesadillas. [Atención Spoiler] Al final de la serie descubrimos que no es así y, en realidad, abandonó herido a su hermano en las trincheras. A su regreso de la guerra podrá quedarse con la esposa de su hermano. Esto lo sabremos en el último episodio por boca del hermano dado por muerto, hasta el momento irreconocible tras su cara deformada por las heridas, y ahora dedicado al ejercicio de peligrosos experimentos de hipnosis.
MR.ROBOT
Con Mr. Robot entramos en un universo dominado por un gran narrador no fiable. Elliot es también Mr. Robot y eso nos enfrenta constantemente a una gran inestabilidad como espectadores. Elliot ha ido contando en diversos episodios que su padre (Edward) le empujó por la ventana de su casa rompiéndole un brazo. El motivo del empujón de su padre sería el haber avisado a su madre sobre la enfermedad del padre provocada por trabajar en E Corp. Este relato cobra actualidad en un episodio de la tercera temporada: vemos a Elliot con su padre a la entrada de un cine. Elliot no desea entrar por su enfado contra el padre por no reaccionar contra su enfermedad. Edward se desploma enfermo y el niño Elliot le arrebata la chaqueta, luego la tira a una papelera y entra al cine dejando a su padre tendido sobre el suelo. Esta secuencia ¿debería entenderse como manifestación de la relación amor/odio que Elliot siente hacia su padre, convertido en Mr. Robot, su otro yo?. [Atención spoiler desde aquí en adelante] Solo en el 10º y último episodio de la 3ª temporada, venimos a saber que Elliot se ha inventado el relato. En efecto, su hermana Darlene le desmiente diciendo que fue Elliot quien se tiró por la ventana preso de un ataque de furia. Esa fue la primera autolesión de las múltiples que hemos visto en la serie. Durante toda la serie hemos pensado que el odio al padre se justificaba por esa agresión. Pero ahora venimos a saber que esa historia se la habría inventado Elliot para justificar la parte de odio que siente hacia su padre.
También los otros personajes son víctimas de narradores no fiables. El relato no fiable más triste es el de Angela. También en el episodio 10 ella descubre que su padre biológico es el odiado Price, el dueño de E Corp, a quien le hacía responsable de la enfermedad de su madre. Price le explica que ha sido engañada, Whiterose nunca la llevará con su madre, y tendrá que vivir con el remordimiento de haber contribuido a matar a miles de inocentes. Whiterose se habría inventado un gran relato y manipulado a Angela para destruir a E Corp y con ello a Price
El fascinante encuentro de Elliot y Mr. Robot en la cabina de una noria es quizá el más revelador del estilo de narración no fiable de toda la serie. Es el encuentro de padre e hijo más sincero de la serie junto con la escena final de ambos en la estación del metro. Es algo bastante emotivo comprobar cuánto se quieren ambos y cuánto se han extrañado. Momento de la reconciliación. Pero es también la revelación de hasta donde llega el doble juego del narrador Elliot. Mr. Robot: “hay una parte de mí en ti y una parte de ti en mí”. Una transubstanciación en toda regla, las apariencias permanecen (vemos a Mr. Robot como distinto de Elliot) pero ha nacido una nueva identidad. En algún momento de la tercera temporada Elliot había exclamado “Yo soy el único que existe”. Ahora se reconoce nueva identidad en la que Elliot y Mr. Robot ya no son solo una imaginación de la mente del primero, ni un desdoblamiento de personalidad, sino que Elliot nos los presenta juntos y unidos en una alianza para terminar con la farsa de Whiterose. Previamente, se nos ha dejado ver con toda intención la chaqueta de Mr. Robot que Elliot había tirado a la papelera cuando niño. Elliot nos hará saber que esta alianza con su padre pretende desmontar todo el tinglado de Whiterose a través de otro relato que podría ser también falso: dice que sabe cómo lograr el traslado de la planta nuclear al Congo (que en la ficción China ha querido siempre anexar). Solo que esta vez es Whiterose, el gran narrador heterodiegético no fiable quien le cree a Elliot, tanto que piensa colocarlo como su gran hombre de confianza, a pesar de que, claro, ella sabe que Elliot no es del todo fiable. Así, todo queda suspendido en espera de la cuarta temporada.
Referencia.
Vilches, Lorenzo (2017) Diccionario de teorías narrativas, cine, televisión, transmedia. Sevilla, Caligrama
Categorías:Actualidad, series